Día 1: Playas arenosas argentinas

Embarcamos desde Puerto Madryn por la tarde, con la proa dirigida hacia las Islas Malvinas. El Golfo Nuevo es conocido por la visita de ballenas francas australes, por lo que tenemos una buena oportunidad de avistar alguna mientras navegamos hacia el océano abierto.

Día 2 – 3: Vida marina y aves marinas

Aunque ya estamos en alta mar, rara vez hay un momento solitario aquí. Varias especies de aves siguen al barco hacia el sureste, como albatros, petreles de tormenta, pardelas y petreles buceadores.

Día 4: Encontrando las Malvinas

Las Islas Malvinas ofrecen una abundancia de vida silvestre fácilmente accesible, aunque siempre se recomienda precaución. Estas islas son joyas en gran parte desconocidas, escenario de una guerra en 1982 entre el Reino Unido y Argentina. No solo habitan aquí varias especies de aves, sino que es muy probable que veamos tanto delfines de Peale como delfines de Commerson en las aguas circundantes.

Durante este segmento del viaje, es posible que visitemos los siguientes sitios:

Steeple Jason: Hogar de la colonia de albatros de ceja negra más grande del mundo (aproximadamente 113,000), Steeple Jason es una isla salvaje y rara vez visitada, azotada por el viento y las olas. Las condiciones meteorológicas y de oleaje dictan el viaje aquí.

Isla Carcass: A pesar de su nombre, esta isla está libre de roedores y, por lo tanto, es abundante en avifauna y muchas especies endémicas. Aquí viven desde pingüinos magallánicos y pingüinos papúa en época de cría, hasta numerosas aves zancudas y paseriformes (incluidos los chochines de Cobb y los tussock-birds).

Isla Saunders: En la Isla Saunders, podemos ver el albatros de ceja negra y sus a veces torpes aterrizajes, junto con cormoranes imperiales y pingüinos saltarrocas en época de cría. También se encuentran aquí pingüinos rey, pingüinos magallánicos y pingüinos papúa.

Día 5: El corazón de la cultura de las Malvinas 

La capital de las Malvinas y centro de su cultura, Puerto Stanley, tiene un encanto de la época victoriana: casas coloridas, jardines bien cuidados y pubs al estilo inglés se encuentran aquí. También podemos ver varios clíperes centenarios cercanos, testigos silenciosos de las dificultades que enfrentaban los marineros del siglo XIX. El pequeño pero interesante museo también merece una visita, cubriendo desde los primeros días de asentamiento hasta la Guerra de las Malvinas. Aproximadamente 2,100 personas viven en Puerto Stanley. La entrada al museo está incluida.

Día 6 – 7: Una vez más al mar

En ruta a Georgia del Sur, cruzamos ahora la Convergencia Antártica. La temperatura se enfría considerablemente en el transcurso de unas pocas horas, y el agua rica en nutrientes sube a la superficie del mar debido a la colisión de columnas de agua. Este fenómeno atrae a una multitud de aves marinas cerca del barco, incluidas varias especies de albatros, pardelas, petreles, paíños y skúas.

Día 8 – 11: Viaje por Georgia del Sur

Hoy llegamos al primer sitio de actividad en Georgia del Sur. Ten en cuenta que las condiciones meteorológicas en esta área pueden ser desafiantes y dictan en gran medida el programa.

Los sitios que podríamos visitar incluyen:

Llanura de Salisbury, Bahía St. Andrews, Gold Harbour: Estos sitios no solo albergan las tres colonias más grandes de pingüinos rey en Georgia del Sur, sino que también son tres de las playas de cría más grandes del mundo para elefantes marinos del sur. Solo durante esta época del año alcanzan su pico en el ciclo reproductivo. Observamos a los toros de cuatro toneladas mantener una constante vigilancia (y ocasionalmente luchar) por territorios donde docenas de hembras acaban de dar a luz o están a punto de hacerlo. También podemos ver una cantidad considerable de lobos marinos antárticos durante la temporada de cría (diciembre-enero).

Bahía Fortuna: Una hermosa llanura formada por el deshielo del Glaciar Fortuna es hogar de una gran cantidad de pingüinos rey y focas. Aquí también podemos tener la oportunidad de seguir la última etapa de la ruta de Shackleton hasta el pueblo ballenero abandonado de Stromness. Este camino atraviesa el paso de montaña más allá de la Cascada de Shackleton y, como el terreno es parcialmente pantanoso, debemos estar preparados para cruzar algunos pequeños arroyos.

Grytviken: En esta estación ballenera abandonada, los pingüinos rey recorren las calles y los elefantes marinos se tumban como si fueran los dueños del lugar, porque básicamente lo son. Aquí podríamos visitar el Museo de Georgia del Sur, así como la tumba de Shackleton.

En la tarde del día 11, y dependiendo de las condiciones, comenzaremos a navegar hacia el sur en dirección a las Islas Orcadas del Sur.

Día 12: Rumbo al sur

Puede haber hielo marino en esta ruta, y en el borde del hielo, algunos skúas polares del sur y petreles de nieve podrían unirse a las otras aves marinas que siguen al barco hacia el sur.

Día 13: Los paisajes escénicos de las Orcadas del Sur

Dependiendo de las condiciones, podríamos visitar la Base Orcadas, una estación científica argentina en la Isla Laurie, en el archipiélago de las Orcadas del Sur. El personal aquí estará encantado de mostrarnos su instalación, donde podremos disfrutar de amplias vistas de los glaciares circundantes. Si una visita no es posible, podríamos desembarcar en la Cala Shingle de la Isla Signy.

Día 14 - 15: Entrando en la Antártida

Enormes icebergs y una buena probabilidad de avistar ballenas de aleta aseguran que no haya un momento aburrido en este último viaje marítimo hacia el sur. Además, aquí tendremos la mejor oportunidad de avistar petreles antárticos. Dependiendo de las condiciones, tenemos la intención de comenzar las actividades la tarde del día 15.

Día 16 – 18: La impresionante Antártida

Si las condiciones del hielo lo permiten, ahora navegamos hacia el Mar de Weddell. Aquí, enormes icebergs tabulares anuncian nuestra llegada al lado oriental de la Península Antártica. La Isla Paulet, con su gran población de pingüinos Adelia, es una posible parada. También podríamos visitar Brown Bluff, ubicado en el helado Estrecho Antártico, donde podríamos tener la oportunidad de pisar el continente antártico.

Si las condiciones no son favorables para entrar en el Mar de Weddell desde el este, el barco se dirigirá hacia la Isla Elefante y se internará en el Estrecho de Bransfield, entre las Islas Shetland del Sur y la Península Antártica.

Las islas volcánicas de las Shetland del Sur están azotadas por el viento y a menudo cubiertas de niebla, pero no obstante ofrecen muchos placeres sutiles. Una gran variedad de flora (musgos, líquenes, pastos en flor) y fauna (pingüinos papúa, pingüinos de barbijo, petreles gigantes del sur) habitan aquí.

En la Isla Half Moon, los pingüinos de barbijo y las focas de Weddell a menudo se arrastran hasta la playa cerca de la Base Cámara, una estación de investigación científica argentina.

En la Isla Decepción, el barco atraviesa el Paso de Neptuno y entra en la caldera inundada. Aquí podemos encontrar una estación ballenera abandonada y miles de petreles damero. También se pueden observar varias gaviotas cocineras, skúas marrones, skúas polares del sur y charranes antárticos. Los petreles de tormenta de Wilson y los petreles de tormenta de vientre negro también anidan en las ruinas de la estación ballenera en la Bahía Balleneros. Como alternativa, podemos participar en actividades cerca de la Bahía Telefon, más al interior de la caldera.

Este viaje extendido nos da la oportunidad de navegar aún más hacia el sur por la costa helada de la península antártica occidental. Hay varias oportunidades para realizar excelentes desembarcos donde podríamos pisar el continente antártico, rodeados de un paisaje épico de picos alpinos y enormes glaciares que se desprenden al nivel del mar. Los pingüinos papúa, focas leopardo, focas de Weddell, ballenas jorobadas y ballenas minke son avistamientos comunes aquí.

El impresionante paisaje continúa en el Estrecho de Bransfield y, si las condiciones lo permiten, más al sur en el Estrecho de Gerlache. Las condiciones en el Pasaje de Drake determinarán la hora exacta de la partida.

Día 19 – 20: Mares familiares, amigos familiares

Nuestro viaje de regreso está lejos de ser solitario. Mientras cruzamos el Drake, nuevamente nos reciben la gran variedad de aves marinas que recuerdan nuestro paso hacia el sur. Pero ahora nos resultan un poco más familiares, y nosotros a ellas.

Día 21: La ciudad más austral del mundo

Llegamos y desembarcamos en Ushuaia, comúnmente considerada la ciudad más austral del mundo. Está ubicada en el archipiélago de Tierra del Fuego, apodado el “Fin del Mundo”. Pero a pesar de este punto final, la riqueza de recuerdos que hemos acumulado en nuestra expedición antártica viajará con nosotros dondequiera que se dirija nuestra próxima aventura.