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El tiburón blanco en Sudáfrica
GANSBAAI, CAPITAL DEL TIBURÓN BLANCO (Carcharodon carcharias)
Gansbaai es un pueblo pequeño ubicado en la costa oeste de Sudáfrica, a unos 200 km de Ciudad del Cabo.
Este particular lugar, es conocido por ser uno de los mejores para la observación y el buceo en jaula con tiburones blancos (Carcharodon carcharias).
En noviembre de 2005, tuve la oportunidad de realizar uno de mis sueños, conocer a los tiburones blancos en persona. Aún recuerdo esos momentos como si hubiese sido ayer, la emoción y los sentimientos de encontrarme cara a cara con uno de los mayores depredadores marinos.
Fue la mañana del 15 de noviembre, muy temprano en Gaansbai, tras llegar desde Ciudad del Cabo y sin más tiempo que perder, salvavidas en mano y cámara lista para capturar imágenes, zarpamos en barco en busca de esas maravillosas criaturas que habitan los mares.
La embarcación nos llevó hasta el centro de la bahía denominada “Shark Bay” donde nos detuvimos. En las aguas tranquilas de ese día, de un costado del barco flotaba la jaula donde nos sumergiríamos, y de un cabo, un trozo de atún dejaba esparcir su aroma en las aguas del mar, deseando que algún tiburón curioso se sintiera atraído y llegara hacia nosotros, que esperábamos ansiosos.
Y así fue como después de la espera una aleta rasgó la tranquila superficie del agua y el primer tiburón se acercó a nosotros. Una hembra de unos tres metros hizo su despliegue de hermosura alrededor del bote… Rápidamente entramos en la jaula y con el cebo, los marinos nos acercaron al tiburón a menos de 1 metro de la jaula. No tengo palabras para describir ese momento tan maravilloso, cumplir uno de mis sueños de infancia. Lo que puedo asegurar es que fue una sensación única e inigualable.
Durante ese día observamos cinco tiburones diferentes, algunos más curiosos permanecían nadando tranquilamente alrededor del bote, otros que se lanzaban a por el cebo y otros solo hacían su aparición por unos segundos y desaparecían en las profundas aguas del Atlántico Sur.
Fue una experiencia que jamás olvidaré, fue como sentirme parte de ellos, parte de su mundo y descubrir que son criaturas extraordinariamente fascinantes de las cuales tendríamos que aprender más, y poder investigar aún más acerca de su comportamiento y biología, para poder contribuir a la conservación de la especie, que hoy en día se encuentra gravemente amenazada.
Creo que si nos damos la oportunidad de conocer a esta maravillosa especie que habita los mares y dejamos los prejuicios y mitos de lado, podremos entender que ellos no son aquellas temibles criaturas de las películas, sino que los océanos son su hogar y están ahí porque la naturaleza así lo dispuso, y sin ellos la diversidad de los mares no sería regulada adecuadamente
Si alguna vez tienen la oportunidad de viajar a Sudáfrica, no dejen de hacer una visita a los tiburones blancos, y descubran por ustedes mismos su fascinante mundo.