Buenas tardes,

Tuve la suerte de participar en el viaje RIO PERDIDO en el mes de Diciembre.

Fue una suerte compartir con los compañeros que me tocaron y con la buena organización que nos permitió conocer Bostwana en quince días.

Todo esto fue posible gracias a Guadalupe que nos dirigió y nos cuido con simpatía y profesionalidad. Quiero felicitarla y agradecerle sus desvelos.

Recomendaría esta experiencia a cualquiera que quiera disfrutar de un interesante paseo por Africa.

Un saludo y hasta la próxima aventura.

Miguel Hernández-Carrillo

Llegamos al aeropuerto de Cataratas Victoria, hicimos el check-in de regreso y mi guía marcho, me quede un poco huérfano, además, lo que durante 12 días fue mi inseparable y practica “mochilita” se convirtió en el equipaje de mano. Entendí entonces que Africa quedaba atrás, que en un par de días iba a sufrir un lavado de cerebro, y de alguna forma necesitaba plasmar la gran cantidad de sentimientos que inundaban mi cabeza.

Tengo una sensación de satisfacción plena, como embriagado, y es que este viaje a cubierto todas mis expectativas, pero ha ido más allá. Me ha descubierto Africa y una forma de viajar desconocida para mí, que me ofrece nuevas perspectivas de viaje para un futuro.

Los impresionantes lugares recorridos, la exuberante naturaleza visitada, y la increíble fauna descubierta en primera persona, han hecho de este viaje un acontecimiento en mi vida.

Pero tengo que puntualizar que además de todo lo anterior, que no es poco, lo que realmente ha hecho este viaje tan especial ha sido el grupo (y que eso lo diga yo “ja ja”). Cada uno “de su padre y de su madre”, y ha prevalecido un respeto absoluto y unas ganas de sumar increíbles.

Como parte del grupo, y uno más haciendo grupo, es el guía, en nuestro caso Guadalupe. Lupe ha convertido en sencillas y cotidianas, situaciones e incidentes que a mis ojos parecían irresolubles  (tormentas de arena y sal, encaramiento de animales, insectos y arañas molestos que a veces pican, un elefante en la piscina, etc). Seguro que ella tenía la presión de esa gran responsabilidad, que otros normalmente exteriorizamos con nervios, gritos y tensión. Pero “la Lupe” no, a ella no se le notaba, se paraba entre mordiéndose los labios como reteniendo algún impulso oculto, alzaba la vista, miraba a su alrededor, y gritaba “VAMOS CHICOS . . .”,  todo estaba solucionado.

En definitiva, quiero agradecer al grupo y a Lupe, y a la magnifica organización de Kanaga, la experiencia que he vivido y las ganas de volver a viajar que me habeis generado.

Gracias “Chicos”, gracias Lupe.

Fdo. Eduardo Rodriguez

Hemos tenido la suerte de realizar un viaje por África que ha resultado una experiencia, cómo definirla, estupenda, intensa....Ha pasado el tiempo y recordarlo hace que esa cantidad de sentidos se despierten y tenga la necesidad de agradecer a Guadalupe González la maestría con la que ha llevado el viaje y a todos los que formábamos el grupo.              
GRACIAS LUPE