Me llamo Jaume Bertran y hace dos días que acabo de llegar de un viaje con ustedes, Memorias de África Aventura (MA10512B).

Es el primer viaje que realizo con ustedes y desde luego que no va ser el último.

El motivo por el cual escribo esta carta es para felicitarle del gran equipo profesional que compone su empresa. Empezando por Lidia Perera e Irene Gutiérrez del cual me mostraron su gran capacidad de atención y amabilidad desde un principio hasta llegar a los componentes que nos acompañaron durante el viaje: a toda la crew (Joseph, Jan-Ja, Julius) y como no, en especial al guía Oscar Herranz por su gran capacidad de liderazgo, inteligencia, atención en todo momento, confiable, experimentado, profesional y una clara visión organizadora mostrada durante toda la ruta.

En fin, solamente espero que sea ya el año que viene para realizar un viaje con ustedes, si la crisis lo permite, en un destino interesante y a poder ser con el mismo guía.

(…) llevaba un año entero soñando con el Abismo Verde, que me recomendó y contó maravillas mi guía del año pasado, Gaby!! A la que ahora estoy profundamente agradecida!!
Ahora que he estado allí ya entiendo perfectamente porqué le disteis ese nombre... “Abismo Verde".
Ha sido un viaje inolvidable, único, diferente, una aventura... y lo que me resulta muy difícil creer es que vaya a poder superar con cualquier otro viaje. Podría darte un millón de adjetivos pero ninguno serviría para definir lo que para mí ha significado. Y es que los viajes no sólo dependen del lugar al que vayas sino de lo que cada uno espera y recibe de ellos!! Cómo lo vive cada uno hace que esto que te escribo no sea sino mi opinión. He aprendido mucho porque hemos tenido momentos durillos, pero eso es lo que lo ha hecho tan "auténtico" y especial! Comida distinta y sin posibilidad de encontrar nada de lo que solemos comer, sin cobertura de teléfono, humedad, lluvia tropical de repente, sin avisar, mojarte, caminar con agua hasta la altura de los muslos, charcos, fango, largas caminatas, picaduras incluso de chinches, y sin ver a un "blanco" (salvo los del grupo) en 2 semanas!!!! En qué viaje puede decirse eso!!!!!
Y qué más....pues lo que ya sabes, ese sonido tan intenso, tan fuerte de la naturaleza (saqué tantos vídeos como pude porque esos sonidos no se pueden escuchar en las fotografías!) y el VERDE, el constante verde inundándolo todo!!! Y los gorilillas por supuesto!!! Cuando los vi, ni me lo creía, estaban al lado mía!! Pasando de todo!! Je, je!!! Y que más, la gente de allí, ya los conoces, que se mueren por tocarte o hacerse una foto contigo, y los niños! Esas caritas que te miran con tanta alegría que hacen que te sientas hasta importante....y que claro, no pienses, de nuevo, sino en volver, para seguir cogiendo esas manitas que no desean sino estrechar la tuya!!!

Reconozco que quizá, no, seguro, también influyó el buen grupo con el que iba y la profesionalidad del guía, Josep, y por supuesto, de Rubén...
Así que para mí ha sido una pasada!!
(…) Gracias
Nené

Hola Judit y Carmen,

Soy Gonzalo Nueda, y seguro que me recordaréis por la cantidad de preguntas que os hice antes de comenzar nuestro Gorila Trek entre el 14 y el 31 de Agosto. La verdad es que llevo bastante tiempo esperando para enviar este email, concretamente desde el día que aterricé. Y cómo pasa el tiempo....

Quería, de corazón, felicitar a todo el equipo Kananga por el viaje. Ha sido una experiencia indescriptible. De estos viajes que te desbordan y superan todas las expectativas. Está claro que África en sí es más que suficiente para que, la persona que sabe dónde viaja y sabe observar en lugar de mirar, se vea sobrepasada por las maravillas que le ofrece. Pero hay un sinfín de detalles por parte de Kananga que hacen que el viaje sea fantástico.

Es impresionante cómo está organizado el viaje. Lo estudiado que está el itinerario. El equilibrio entre días de tránsito y días copados de actividad. El equilibrio entre acampadas de aventura y alojamientos con todas las comodidades para que el viajero no acumule un excesivo cansancio (Los Tented Camp de Ishasha y Bunyonyi son espectaculares). El maravilloso criterio para escoger los sitios donde acampar o donde parar a almorzar (la acampada en el lago del PN de Murchison, sin agujerito sin fin, es de los lugares más bonitos donde he dormido). El material que aportáis (tiendas sin clavar al suelo y con el doble techo apoyado que resisten tormentas que se llevarían bungalows en España). La comida (todavía me pregunto cómo pueden los cocineros hacer pizza, bizcocho o kich). El cariño y la experiencia con que se estudia cada cm2 del camión (tienes una cerveza en la mano, pues sí, hay abrechapas. Tienes un iPod en la mano, pues sí, hay cable para conectarlo a los altavoces del camión. Has visto un animal, pues sí, hay un botón para que pare el conductor el camión...). Los medios que ponéis a nuestra disposición (se rompió un camión por la tarde en Masindi, y a la mañana siguiente teníamos otro que vino de noche desde Kampala) El incansable staff (Demian, Peter, Moses y Rafiki, nuestro silverback). Una vez más, FELICIDADES. Por más que pienso, no sabría qué hacer para mejorarlo!!!

Tampoco puedo pasar sin hacer mención especial a nuestro guía, Javier Remón. Haced lo imposible por mantener a este guía en Kananga todo el tiempo del mundo. De verdad, si antes hablaba de un viaje fantástico, él hace que se torne en mágico. Es un profesional como he visto pocos en el mundo del turismo. Incansable, con una capacidad resolutiva impresionante, de estas personas que trabajan 24 sin que te enteres. Podía estar toda la noche intentando reparar el camión sin dormir y al día siguiente tenía la misma sonrisa. No sabes cómo lo hace, porque has estado hablando con él en el camión todo el trayecto, pero cuando llegas a un hotel de noche porque llevas retraso está la cena preparada en la mesa, el check in hecho, nuestras bolsas de lavandería en recepción y tenemos albornoces para la sauna preparados al bajar del camión (doy fe, en Fort Portal fue así!). Siempre se anticipa al viajero, porque escucha al viajero. En el avión a Kidepo teníamos una bandeja con sandwichitos durante el vuelo. En Gulu nos escuchó decir que era viernes y nos apetecía tomar una copa, nos dejó hablando y a los 10min estaba duchado, cambiado y había organizado 7 mototaxis para salir de fiesta. Camino a Masindi nos esuchó que era una pena que Idi Amin hubiera acabado con los rinos de Uganda, y habló con la gente de Budongo para que hiciéramos el trekking de los chimpas los dos grupos al tiempo para tener la tarde libre, y después nos organizó una excursión optativa a Ziwa para ver los rinocerontes. Una noche nos preparaba Warimoski y otra piñas coladas; nos despertaba con Tajabone, de Ismaël Lô, todas las mañanas. Y lo más importante es que sabía gestionar un grupo de personas que no se conocen. Buscando el rol de cada uno, y tratando de hacerlo valer. Baja a la arena, haciendo que le sientas como un viajero más. Uno más de la pandilla. El primero al que vas a buscar para hacer una foto tonta, para bailar cumbia con el camión en marcha, para bañarte de noche en la piscina o para saltar al lago desde una plataforma. Y siempre está disponible para pasarlo bien un ratito... De verdad, comentadle que os hemos felicitado por su trabajo. Se lo merece.

Y no quiere decir que no hubiera imprevistos. Al autobús de Kidepo a Kitgum se le rompió la bomba del diesel y tuvimos que esperar que nos viniera a buscar el camión mientras llegaba un mecánico en moto de no sé dónde. El camión se quedó enredado en el barro a la salida de Murchison y en Masindi se le rompió la transmisión y no pasaba de tercera. En el hotel de Masindi no había agua en las habitaciones... pero siempre aprovechábamos para disfrutar el momento. Para tomar una cerveza en la cantina del pueblo jugando a las damas con los lugareños o sacar las colchonetas en medio del parque y tumbarnos a tomar una cervecita al sol contando chistes. Y Javier siempre lo solucionaba, siempre conseguía cumplir el itinerario al final... Está claro que desgraciadamente puede que no todos los viajeros se tomen igual estas circunstancias, pero no les hagáis caso. Primero, no saben que están en África, no en Suiza. Allí no llega la grúa en 10 min ni hay redes de saneamiento de agua, sino depósitos que lamentablemente se vacían. Segundo, asbolutamente nada de lo que pasó es algo que no estuviera recogido como posible en la ficha técnica. Si hay alguien que se sorprenda, creo que no se la leyó...

Y finalmente, está el factor suerte. Tuvimos una suerte impresionante. El primer game drive en Kidepo vimos un leopardo. La segunda mañana desayunamos con Tim, un león macho, en una roca a 20m de las tiendas. Y en el total de los tres días allí vimos ¡¡14 leones!!, 6 de ellos devorando un búfalo. Javier alucinaba... En Murchison unas jirafas se aparearon delante de nosotros. En Kazinga vimos al Giant Forest Hog, dificilísimo de ver. En Queen Elisabeth unas hienas se pusieron a devorar un Cobo delante del camión. En el Tent de Ishasha un león paró delante de nuestra tienda y se tropezó con las hamacas del porche (Dios qué miedooo). En Budongo llevaban tres días sin ver chimpas hasta que fuimos nosotros, que los vimos. Y en PN des Volcans se nos acercaron el silverback, una hembra y el hijo y se nos sentaron a tres metros. Parecían el Portal de Belén!!!

Finalmente, prometí a Javier que le enviaría hierba mate, que allí no puede comprar. Me dijo que os la enviara a Barcelona, que vosotros sabríais cómo hacérsela llegar. Confirmadme que es posible, y os envío un paquete para él ¿ok?. Gracias.

En fin, no me enrrollo más. Otra vez felicitaciones. Dad por hecho que volveremos en cuanto podamos y que, desde luego, os recomendaremos allí donde vayamos. Muchas gracias por organizar viajes tan increíbles.

He intentado enviaros alguna foto de recuerdo, pero recibo todo el rato emails de error. Un abrazo

Gonzalo Nueda